El siguiente es un aporte para pensar nuestra realidad salarial y de condiciones de trabajo en relación a lo que ganan nuestras patronales, las cámaras bancarias (una de las cuales, ABAPPRA, tiene entre sus integrantes a Banco Ciudad). La información fue tomada del siguiente artículo periodístico: http://www.pagina12.com.ar/
Vamos directo a los numeros: durante el primer semestre del 2012 las entidades financieras (es decir: los bancos; es decir: ese lugar donde laburamos) contabilizaron utilidades por 8.845 millones de pesos, un 37,8 % mas que el mismo semestre del año pasado.
Teniendo en cuenta que las paritarias de nuestro sector anduvieron –en promedio- en un aumento salarial del 22,75% para este 2012, ¿no se hace necesario pensar en una reapertura de paritarias, o al menos en una gratificación especial para todos los compañeros bancarios, del sector público, privado y cooperativo? Y para el año que viene: ¿vamos a seguir manejándonos con el criterio del “salario que corre detrás de la inflación? ¿O podemos empezar a disputar la distribución de la riqueza en serio, discutiendo nuestro salario en base a las ganancias de nuestras patronales? ¿O lo “justo y natural” es que los banqueros se llenen de guita y los bancarios tengamos que pichulear las monedas para mantener nuestro hogar?
Las enormes ganancias de los bancos, por su parte, se deben especialmente a los intereses aplicados a los créditos para el consumo. Es decir, los bancos hacen negocio prestándole plata a la gente para que consuma, dejando en un segundo plano préstamos a largo plazo para necesidades sociales básicas.
Se trata de orientaciones típicas de la banca privada, que lejos de perseguir una función social, se guían exclusivamente por el afán de lucro. Sin embargo, podemos ver que nuestro Banco Ciudad avanza día a día en una transformación que lo asemeja cada vez más a esta orientación privatista: cada vez mas ganancias para la patronal y menos para los laburantes y los vecinos. Esos vecinos que esta patronal dice defender y a los que le cobra grandes intereses por consumir, son “expulsados” de un Banco que no sólo no recibe una orientación de fuerte financiamiento a las necesidades de los sectores populares, sino que ni siquiera recibe a los ciudadanos que no sean clientes.
Creemos que la canción sigue siendo la misma, y lo que afirmamos desde un comienzo los compañeros de la Agrupación de Trabajadores “EL CIUDAD NO DUERME” sigue manteniendo su validez: la defensa de nuestro salario y condiciones de trabajo y la pelea por una banca pública que realmente funcione al servicio de los sectores populares, son inseparables.
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