¿Adónde va la guita de Banco Ciudad?

¿ADÓNDE VA LA GUITA DE BANCO CIUDAD?

El pasado 9 de julio, el diario Página12 publicó una nota (http://www.pagina12.com.ar/diario/economia/2-198219-2012-07-09.html) acerca del destino de la mayoría de los préstamos del Banco Ciudad. Más allá de la obvia intencionalidad político-partidaria del artículo (publicado por un medio kirchnerista en medio de la disputa por los depósitos judiciales) es interesante analizar los datos allí volcados:

-          “Del total de su cartera crediticia (…) los préstamos hacia las grandes compañías ascienden al 39,3 por ciento”: los números son contundentes, más si se los traduce en dinero (4948 millones de pesos) y se los compara con lo destinado a préstamos hipotecarios (3740 millones de pesos), es decir, a vivienda.

-          “Entre las principales empresas beneficiarias se encuentran: Peugeot (100,8 millones de pesos), Pan American Energy (94,5 millones), Esso (88,0 millones), Aceitera General Deheza (87,8 millones), Cresud (71,4 millones), Aluar (79,2 millones), Edesur (71,4 millones), Ledesma (70,5 millones), Coca Cola (65,6 millones) y Quickfood (61,4 millones)”: ya hemos hecho mención a los datos sobre la orientación de préstamos a grandes corporaciones (injustificables para quienes luchamos por una banca pública al servicio de los sectores populares), pero lo que llama la atención es que además aparezcan grandes multinacionales que no operan en la Ciudad de Buenos Aires. Evidentemente, a la hora de beneficiar a esos sectores del poder económico, nuestra patronal no distingue jurisdicciones.

-          “Una de las razones que permitieron la alta rentabilidad de la entidad tiene que ver con las altas tasas de interés que obtiene por sus inversiones (préstamos al consumo y grandes empresas)”: “crecer” así, ¿a quién le sirve? Seguro que no a los ciudadanos de Buenos Aires y menos que menos a los trabajadores del Banco, variable de ajuste preferida de la administración Sturzenegger.

Recientemente, el presidente del Banco, en un debate televisivo, rechazó las críticas del banquero y diputado Carlos Heller argumentando que la orientación crediticia del Banco Nación no era muy diferente. Esta aseveración (que critica al Nación sin defender al Ciudad) tal vez sea un buen botón de muestra para comprender que en los trabajadores organizados estará buena parte de la responsabilidad en la tarea de construir una banca pública al servicio de los sectores populares, y no de los oligarcas amigos del poder.

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